¿Quién ha puesto al huracán
Jamás ni yugos ni trabas
Ni quien al rayo detuvo
Prisionero en una jaula?
(Miguel Hernández. Vientos del pueblo)
Viendo el otro día la entrega de los premios Goya por televisión, el dimitido presidente de la Academia de Cine, Alex de la Iglesia, dijo en su discurso una cosa que me chocó. Dijo: “Intenet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente. Internet es la manera de comunicarse, de compartir información, entretenimiento y cultura que utilizan cientos de millones de personas. Internet es parte de nuestras vidas y la nueva ventana que nos abre la mente al mundo. A los internautas no les gusta que les llamen así. Ellos son ciudadanos, son sencillamente gente, son nuestro público”.
Yo estoy de acuerdo con él. El cine es una de mis aficiones y voy una vez por semana a ver alguna de las muchas películas que me interesan. Si me gusta, entro en Internet, la descargo, y tengo la oportunidad de poder verla las veces que quiera y fijarme en algunos aspectos que se me pueden haber pasado por alto en la sala de proyección.
Todos los avances han tenido sus detractores. Desde los trenes que pasaban y asustaban a las vacas y daban menos leche, hasta el iphone que te tiene controlado a todas las horas del día. Son todavía recientes las “revoluciones” del teléfono móvil o del ordenador portátil y las quejas que algunos padres, como yo, hacemos al tiempo que se pasan nuestros hijos adolescentes pegados a él.
Si. Internet es parte de nuestra vida y una nueva ventana que nos abre la mente al mundo, y eso lo reconocemos casi todos. Entonces, ¿por qué son todavía frecuentes las disculpas (o excusas) de muchos Responsables de Formación ante la formación e-learning? ¿No se estará intentando poner trabas al huracán?
En temas de formación ya han pasado los tiempos del “e-reading”, de las densas descargas en pdf de escritos y tratados, con exámenes finales complejos que no te dejaban repasar a no ser que imprimieras los densos contenidos. Cualquiera de nosotros que entremos en las páginas de e-learning de Cegos nos encontraremos con formaciones animadas, con casos complejos que resolvemos en unas cuantas pantallas, con muñequitos o señores que nos hablan en el idioma que queramos (y de paso repasamos ese maldito inglés que se nos atraganta) y que nos muestran visualmente lo que nos costaría tanto demostrar en la formación presencial tradicional.
Es verdad, no caigamos en la tentación de lo novísimo por lo novísimo. Internet es solo una herramienta, un cuchillo con el que igual podemos untar la mantequilla en el pan o herir a una persona. La complicidad de los espectadores en una sala de cine, el olor a papel del libro, la palabra sabia y bien entonada del experto o la aportación de un compañero de trabajo a la resolución de un problema, no tienen por qué sustituir, sino más bien complementar, como el yin y el yan, a la película vista en el ordenador, al e-book, o a la resolución de un tema espinoso gracias a los consejos que nos den en una formación e-learning.
Volviendo a la pregunta que titula este blog, ¿por qué no un Plan de Formación en la red? Los medios existen, la voluntad de abaratar costes de formación (otra ventaja del e-learning) es un a priori de los Departamentos de Recursos Humanos.
¿Quién se atreve a hacer la “evolución” de la formación en Internet?
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