“Hemos creado un mapa competencial exclusivo para los “haigh potential” de la organización en base a ocho competencias básicas para las que hemos definido cinco niveles en cada una. Serán unas 50 personas y queremos implantarlo a la mayor brevedad posible. Esperamos vuestra oferta”.
Este es el pan nuestro de cada día en el mundo de los consultores. Rápidamente creamos equipos multidisciplinares, incluimos e-learning, soportes, filmaciones, itinerarios pedagógicos, cuestionarios de adquisición de conocimientos,…. Y esperamos el pistoletazo de salida.
La empresa, con la ayuda de los fondos de la Fundación Tripartita, invierte en la formación de sus empleados. Todo perfecto.
Pero dejadme que me ponga un poco filosófico y plantee una pregunta un poco socrática. “¿Para qué?”.
Toda organización social (y la empresa es solamente un tipo de ellas) se dota a si misma de unos valores, visión y misión de obligado cumplimiento para las personas que se integran en ella, y es causa de expulsión la no asunción de los mismos. Esos valores que vemos escritos en la sala de espera de muchas empresas y que nos gusta leer para sentirnos reconfortados. “¡Qué bien! Hablan incluso de la protección al medio ambiente del desarrollo personal de sus empleados, e incluso de los discapacitados”.
Los Planes de Formación diseñados por los Departamentos de Formación, suelen ajustarse a esos principios y se aprueban en forma ascendente y luego descendente. ¿Para qué? Muy sencillo, con el fin de conseguir una mayor implicación y compromiso de sus trabajadores y que éstos trabajen más a gusto.
Y aquí van mis siguientes “pero”: ¿Es la organización consciente del gasto de energía que puede suponer para sus integrantes la asunción de los roles asignados a cada uno de ellos en aras de la consecución de la visión, misión y valores impuestos por ella misma? ¿Los valores, visiones y misiones personales, realmente están incluidos y, sobre todo, respetados, en esas hermosas palabras enmarcadas en la sala de espera? ¿Plan de Formación o Proselitismo? ¿Herramientas de desarrollo personal o dogmas?
Deja un comentario