La aportación de valor real de las actuaciones de formación y consultoría se obtiene con el modelo AMSI = I (Análisis, Metodología, Seguimiento, Implicación) = I (Impacto).
¿Qué mejora los procesos y hace posible la eficacia y la eficiencia en las organizaciones? ¿Qué promueve la mejora continua y la productividad? ¿Qué hace a las organizaciones efectivas? En resumidas cuentas ¿Cómo hacemos que nuestras empresas sean sistemas económicos y sociales sostenibles?
La respuesta es complicada y compleja a la vez. Se podrían establecer un sinfín de puntos que inciden positivamente en el desempeño de nuestras organizaciones. Más allá de aquellos aspectos que coinciden, y su correcta gestión y tratamiento son ineludibles, los sectores de la economía que están orientados a llegar más allá del conocimiento y promueven la grandeza de las organizaciones, deben marcar líneas o pautas de actuación que optimicen el desempeño de las mismas.
Pero ¿Qué hace que la pauta funcione?
El objetivo del post, es compartir conclusiones propias extraídas de un workshop desarrollado para identificar sistemas que garanticen la aportación de valor real a las organizaciones de las acciones de formación y consultoría.
La aportación real de valor, va mucho más allá de un proyecto que cumple perfectamente sus hitos y proporciona sus entregables a tiempo, va mucho más allá de una espectacular acción formativa que deja maravillados a los formandos y va mucho más allá de una evaluación de potencial que expide un impecable informe de competencias sobre un magnífico perfil.
El rendimiento final es cosa de resultados, y el resultado no está garantizado con los aspectos comentados anteriormente, aunque es cierto que todos ellos son ingredientes de éxito de obligado cumplimiento.
¿Qué hace que una acción de consultoría reporte resultados? ¿Qué hace que una acción de formación impacte en el negocio? ¿Qué hace que una evaluación retorne la inversión?
A mi entender toda acción de mejora y optimización desarrollada en una organización debe contar con siguiente estructura denominada AMSI = I.
- Análisis.
- Metodología.
- Seguimiento.
- Implicación.
Análisis: estudio completo y pormenorizado de la necesidad u oportunidad desde un enfoque alejado de soluciones iníciales, que trate de identificar la raíz o disparador de la solución o el aprovechamiento de la oportunidad.
Metodología: Técnicas y herramientas aplicadas en las distintas fases del proyecto, generadas para satisfacer necesidades concretas o dinamizar oportunidades nuevas.
Seguimiento: trabajo continua de asesoramiento y análisis y corrección de desviaciones para poner en práctica lo implementado o aprendido. Actividad orientada al mantenimiento.
Implicación: involucración de la alta dirección y de todos los sectores interesados en la correcta puesta en práctica de lo implementado o aprendido.
Todos los aspectos anteriores tienen como resultado el Impacto.
Impacto: valor real duradero y sostenible que optimiza y mejora a la organización.
Considero que todas las acciones de formación y consultoría que se lleven a cabo en las organizaciones, deben tener esta estructura e invertir recursos en acometer proyectos incardinados con líneas estratégicas que se enfoquen a lo que realmente aporta valor a la empresa y hace que esta aporte valor en el mercado y la sociedad.
José Enrique García, Consultor de Cegos España
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